8 Errores de branding que te están costando clientes y posicionamiento de marca
Supongo que si estás leyendo esto es porque eres consciente de lo importante que es el branding para tu emprendimiento. Un buen diseño de marca te ayudará a posicionarte y a diferenciarte en un mercado competitivo y saturado.
No obstante, aunque muchas emprendedoras saben que el branding es vital para desarrollar su negocio, veo con mucha frecuencia errores fatales tanto en el concepto de marca como en el diseño gráfico que debe apoyar y reforzar el mensaje de esa marca.
Por eso, hoy quiero hablarte de los principales errores de branding que veo por ahí y qué hacer para corregirlos.
Errores en el diseño conceptual de tu marca
Empecemos por el principio, por los fundamentos, por los cimientos de tu branding. Porque sin un concepto de partida tu marca puede irse a bolina antes de despegar y, como ya he dicho, sin ellos no se puede hacer un diseño que te ayude a cumplir tus objetivos.
1. Tus públicos no están definidos
Sí, ya sé... todo el mundo te habla de los públicos y de lo importante que es definirlos bien. Pero es que no hay escapatoria: es un paso vital en cualquier proceso de branding, y si no lo haces bien tu marca va a cojear todo el tiempo.
Cuando no has definido bien tu público le hablas a todo el mundo... o por lo menos, le hablas a más gente de la cuenta. Y si le hablas a una multitud ambigua, pues no queda claro a quién te diriges con tu marca en tu web, tu blog, tus redes sociales, o en cualquier otro espacio en el que interactúes con tu audiencia.
Muchas veces tenemos miedo a reducir demasiado a nuestro público potencial... pensamos que si nos dirigimos a un grupo más pequeño, llegaremos a menos personas. Pero la realidad, por paradójica que suene, es que sucede completamente lo contrario.
¿Por qué?
Pues porque cuando le hablas a todo el mundo, no le hablas a nadie en particular. Y con tu marca, quieres poder hablar de tú a tú con tu cliente ideal. Quieres que cada persona que te lea sienta que le hablas personalmente, que conoces sus problemas y cómo resolverlos. Es la forma de establecer una conexión con esa personita que está del otro lado de la pantalla, que identifique quién eres y con qué la puedes ayudar, y que lo recuerde fácilmente.
Por eso, cuando estés trabajando en el concepto de tu marca, es imprescindible que definas bien tu público y que lo segmentes si es posible. Sólo cuando identifiques y entiendas bien a tu audiencia, quiénes son y qué les interesa, podrás producir contenidos que resuenen con ellos. Como resultado, tendrás más lectores, y un branding fuerte y reconocible.
2. Tu mensaje de marca no es coherente
El segundo error que salta a la vista cuando no se ha hecho un buen trabajo de branding es no tener un mensaje de marca claro y coherente:
¿Qué valores quieres comunicar con ella?
¿Cuál es el mensaje fundamental que quieres que quede en la mente de las personas que llegan a ti?
Estas son preguntas difíciles de responder, pero son súper importantes si quieres empezar con buen pie tu proyecto. Cuando tu mensaje de marca es claro y está bien definido se convierte en tu brújula. Es mucho más fácil (y eficiente) alinear todas tus acciones en comunicar y reforzar ese mensaje, y así evitas perder el rumbo o distraerte por el camino.
Lo que es más, con un mensaje coherente conseguirás que cuando alguien interactúe con tu marca entienda de un vistazo quién eres, qué haces y por qué lo haces. Por eso, aunque cueste un poco de trabajo y te lleve tiempo definirlo (a veces, puedes demorarte hasta meses) te recomiendo que no dejes de pensar en esto.
Cuando ya tengas claridad en tus públicos y en lo que quieres comunicar con tu marca, revisa todo tu branding e identifica qué cambios tienes que hacer para alinear tus acciones de comunicación (textuales y gráficas) para reforzar tu mensaje de marca. Te prometo que cuando lo hagas, la diferencia que vas a notar en tus resultados será notable.
3. Los temas que tratas no están acotados
Como mismo hablar a todo el mundo no es una buena estrategia, hablar de todo lo humano y lo divino, tampoco. Pero claro, hasta que no tengas bien definido tu público, no podrás afinar la puntería con los temas que le interesan.
A veces pensamos que si nos centramos solo en ciertos temas nos podemos aburrir de escribir y hablar siempre de lo mismo... yo sé que yo me pregunto a cada rato si me sucederá. Pero en esos momentos, tenemos que pensar que la comunicación que producimos en el marco de nuestro emprendimiento no es una bitácora personal. Nuestro público vendrá a buscarnos si hablamos de lo que le interesa, y le resolvemos los problemas que tiene. Y la única forma de hacerlo, es enfocándonos en esos temas.
Además, este súper foco te va a permitir especializarte en el tema que trates, y te va a posicionar en la mente de tu público como un lugar de referencia. Y a la larga, todo eso le va a dar mucho, mucho valor a tu marca (y a tus productos o servicios) porque vas a ser una especialista en algo, en vez de ser una multitasking que sabe un poquito de todo.
Por ejemplo, yo tengo mil intereses creativos y, francamente, me encantaría hablar de todos ellos… pero sé que no es una buena decisión para mi negocio. Aunque son temas que me apasionan, me enfoco solo en aquellos aspectos que ayudan a potenciar marcas de emprendedoras creativas para que sus negocios florezcan.
Cuando alguien que venga a este blog, sabrá que aquí puede encontrar siempre información de calidad sobre estos temas, porque me especializo en ellos. Así que te recomiendo lo mismo: busca tus temas fuertes, enfócate en ellos, y no pierdas el rumbo.
4. Te falta intencionalidad en tu comunicación
La falta de intencionalidad tiene mucho que ver con la falta de estrategia en tu negocio y con tu mensaje de marca. ¿Qué quieres lograr a largo, mediano y corto plazo? Puedes tener tus públicos muy bien definidos, que si no sabes qué quieres hacer con ellos, estás frita.
Es importante que cada acción de comunicación que realices tenga un objetivo. Que sea una pieza de un gran rompecabezas, que es el objetivo general que quieres alcanzar con tu emprendimiento. Si empiezas a crear piezas al azar, sin una intencionalidad concreta, sin que encajen en ese rompecabezas y ayuden a irlo completando poco a poco, estás desperdiciando tu tiempo y tus recursos.
Por supuesto, pensar en un graaaaan rompecabezas hace que pierdas un poco el norte, el sur... y hasta el este y el oeste. Además de que parece una tarea demasiado grande para que puedas completarla. Por eso, en cuestiones de estrategia de negocio hay que ir por partes y organizadamente, igual que con los rompecabezas: primero los bordes, y solo te concentras en las piezas con un lado recto; después el área del cielo, y sólo vas con las piezas azules; después los árboles... y así, poco a poco vas completando el cuadro completo.
Si lo que quieres ahora es tener una lista de mil suscriptores, enfócate en las acciones necesarias para lograr ese objetivo. Si vas a sacar un nuevo producto o servicio en unos meses, diseña una campaña de lanzamiento, y concéntrate en ella en el tiempo que le corresponda. Si necesitas comunicar los valores de tu marca, diseña mensajes que los refuercen a cada rato. Por supuesto, puedes tener varios objetivos caminando en paralelo, pero cada cosa que hagas tiene que responder a alcanzar uno de ellos.
Errores en el diseño gráfico de tu marca
Una vez que ya hay un concepto bien definido, podemos pasar a expresarlo gráficamente... porque queremos hacer un diseño con fundamento y que te ayude a alcanzar tus objetivos, y no algo bonito pero vacío. Así que ahora te voy a hablar de los errores que suelo ver en la parte gráfica del branding.
5. No valoras el diseño
El primer error de diseño es que, sencillamente, lo menosprecies o no le des la importancia que tiene. Y no es porque sean mis frijoles... pero un buen diseño es muy, muy importante.
Un diseño gráfico bien hecho:
Capta la atención de tu cliente potencial, y no otro, porque te ayuda a filtrar a tu público.
Te ayuda a diferenciarte del resto de profesionales que ofrecen servicios o productos similares al tuyo porque muestra lo que te distingue.
Crea confianza en tu cliente potencial porque comunicas profesionalidad, atención a los detalles y claridad.
Te ayuda a captar clientes porque conduce a tu público dentro de tu web, y lo lleva a clicar donde te interesa.
Y si no estás segura de que sea para tanto, fíjate en todas las marcas que admiras y tienes como referente: seguro que todas tienen un diseño muy cuidado que las eleva por encima de la multitud. ¿A que sí?
Por supuesto, comprendo que cuando estás empezando no tienes los recursos para contratar a una diseñadora, ni tienes tu marca ni tu público muy bien definidos y francamente no vale la pena que hagas una gran inversión en este punto. No obstante, aunque estés al inicio de tu proyecto sí te aconsejo que por lo menos inviertas en una plantilla decente si vas a alojar tu web en Wordpress o Blogger. Si te decides por Squarespace la tienes más fácil porque trae montones de plantillas de muchísima calidad, que son personalizables sin necesidad de código, incluidas dentro de tu mensualidad (si no sabes bien qué es Squarespace, aquí te lo explico, y en este otro post te cuentan su experiencia varias emprendedoras que lo usan).
Ahora bien, en cuanto ganes claridad en la forma y la dirección de tu emprendimiento, te recomiendo encarecidamente que inviertas en un buen diseño. Si no lo haces, a la larga vas a perder más de lo que vas a ahorrar porque vas a tener que invertir un montón de tiempo aprendiendo los fundamentos del diseño, y después horas diseñando lo que necesitas. Y al final no te va a quedar con la misma calidad que si lo hiciera un profesional, así que probablemente vas a tener que hacer esa inversión más tarde o más temprano.
Además, te vas a demorar más en proyectar una imagen que se corresponda con la calidad de lo que ofreces, tus clientes potenciales van a demorarse más en descubrirte y en confiar en ti, y vas a crecer más lentamente.
6. Cambias de diseño a cada rato
¿Te aburres de tu diseño con frecuencia? ¿Quieres hacer un rebranding cada seis meses? ¿Quisieras que tu marca se viera como cada nuevo trend que ves en Instagram?
Esto pasa cuando no tienes claridad con tu marca y lo que quieres lograr.
Aunque ojo, esto no es necesariamente malo... si lo que tienes no funciona o no te sientes cómoda, hay que cambiarlo, y muchas veces lo que imaginaste en tu branding inicial no es lo que después demuestra la realidad. Pero si estos cambios no son decisiones estratégicas y es que vas dando tumbos sin un sentido, hay un problema. Y ese problema se refleja en tu diseño gráfico.
Si tienes una marca bien definida, y un diseño que funciona, evita irlo modificando y cambiando. Piensa siempre que en el diseño de tu marca y tu página web, cada decisión que se tomó respondió a una intención determinada. En un buen diseño cada cosa debe tener una función, no debe faltar ni sobrar nada, y todos los elementos deben comunicar algo... algo que es parte de tu mensaje de marca.
Yo veo diseños de marcas por ahí que me gustan mucho... me gustan algunos más que el mío. Pero en estos momentos no tienen que ver con mi branding, ni con el público que trato de atraer, ni con los valores que quiero comunicar. Quizás, en un par de años mi negocio ha evolucionado en una dirección en la que hace falta un rebranding (ligero o radical), o quizás todo sigue funcionando sin problemas y no cambio nada... ya veremos. Pero ahora mismo el diseño que tengo sí comunica todo lo que me interesa y me está funcionando muy bien, así que no lo toco.
Por eso te recomiendo lo mismo: si tienes un diseño bien hecho y que te funciona, sé constante y no lo cambies por gustos o caprichos porque tu audiencia va a pensar que tienes una marca con personalidad múltiple o trastorno bipolar, y eso a la larga le quita fuerza a tu branding y afecta tu credibilidad.
7. Las fotos que usas no tienen que ver con el tono de tu marca
He visto tantas veces marcas y páginas web bien diseñadas, pero con imágenes que no tienen nada que ver con el resto del concepto del diseño, que ya he perdido la cuenta.
Y cuando esto pasa, el diseño en general deja de funcionar, se rompe.
Muchas veces sucede que las fotos son de sitios de stock gratis... y yo no tengo nada en contra de usar este recurso, para nada; pero no es suficiente con que la imagen sea bonita. Por ejemplo, en muchos de los sitios de imágenes gratis las fotos están editadas bastante desaturadas, un poco oscuras, y con un efecto mate que les da ese look vintage que está de moda. A mí particularmente me gustan esas fotos, pero no van bien con cualquier marca.
Las fotografías son un elemento gráfico potente y con un gran poder evocativo. Además, hay muchos factores que influyen en lo que transmite una imagen: la luz que se utiliza, la edición, el encuadre, la escena que se fotografía... Por eso no basta con que escojas una foto bonita y con los colores de tu marca, porque todos los demás elementos pueden hacer que comunique algo diferente al resto de tu diseño, y el resultado es que el conjunto no es coherente.
Está claro que no siempre puedes invertir en fotografía profesional hecha a medida para tu marca, ni puedes hacerte cargo siempre de hacer tú las fotos, y los bancos de fotos gratis son una buena opción. Lo que sí te recomiendo es que escojas bien las fotografías que vas a usar para que no tires todo le trabajo de diseño por la ventana. Recuerda que no es suficiente con que los colores sean parecidos o iguales a los de tu marca y pregúntate siempre: ¿Cuál es el tono de tu marca? ¿Cuáles son los valores y el mensaje de marca que quieres comunicar con tu diseño? ¿La foto que piensas incluir, refuerza ese mensaje o lo desvirtúa un poco?
8. Recargas mucho el diseño
Por último quiero hablarte de cuando entras a una página web y aquello parece un carnaval... colores por todas partes, botones en todos lados, y hasta confetti cayendo del cielo. Por suerte, últimamente ha ido cogiendo fuerza una estética mucho más minimalista y eso ayuda, pero igual sigo viendo con mucha frecuencia diseños recargados.
Cuando recargas por gusto el diseño de tu sitio (o de tu e-book, o de tu newsletter, o de lo que sea) lo que haces es generar ruido... tu lector se siente desorientado, no sabe claramente cuál es el próximo paso que debe dar, en cuál de todas las opciones que le das debe clicar, ni qué es lo que quieres decir. Tu mensaje de marca se diluye con tanto adorno, y eso es algo que debes evitar que pase por todos los medios.
Como mismo digo con otras cosas, un diseño barroco no es malo por definición; se puede hacer y quedar muy bien. Como mismo se puede hacer un diseño con elementos mínimos y quedar muy mal. Todo depende. Lo importante es que cada elemento tenga una función clara y contribuya a comunicar un mensaje: el mensaje de tu marca o de lo que quieras conseguir en una página particular de tu web.
En resumen
Para hacer un buen trabajo de branding es importante empezar por el concepto, porque solo con un buen punto de partida se puede hacer un diseño gráfico estratégico y de calidad, y que te ayude a alcanzar los objetivos que te planteas con tu emprendimiento.
Tanto en el proceso de branding conceptual, como en el de diseño gráfico, se suelen cometer errores que a la larga van a afectar mucho a tu marca si no los corriges.
¿Hay algo que no te haya quedado claro? ¿O quizás quieres compartir tu experiencia con alguno de estos errores? Yo estoy encantada de leerte, así que te espero en los comentarios.